2ª EDICIÓN
Programa de Residencias Artísticas Internacionales (2025)
Lara Fluxà

Lara Fluxà (1985, Palma de Mallorca) trabaja con materiales frágiles como el agua, la luz, la sal o el vidrio para explorar la vulnerabilidad de los ecosistemas y la importancia del cuidado frente a las prácticas extractivas. Su obra cuestiona nuestras formas de relacionarnos con el entorno y propone nuevas maneras de coexistir de manera colaborativa y consciente.
Se formó en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y cuenta con un Máster en Producción e Investigación Artística. Su obra, centrada en la escultura y la instalación, ha sido presentada en exposiciones individuales como Fundació Felicia Fuster, Barcelona (2015), Lo Pati, Amposta (2017), Espai 13 Fundació Joan Miró, Barcelona (2018), ProjecteSD, Barcelona (2019), Es Baluard, Palma de Mallorca (2021), Pavelló Català de la Bienal de Venecia (2022) y Bombon Projects, Barcelona (2024). Además, ha participado en exposiciones colectivas como MUU Kaapeli, Helsinki (2014), Tecla Sala, Hospitalet (2020), La Capella, Barcelona (2020), Museu Contemporani d’Eivissa, Ibiza (2020), La Casa Encendida, Madrid (2020), AND Platform, Barcelona (2019), Casal Sollerich, Mallorca (2021 y 2024), Espai Zape, Valencia (2022) y MACBA, Barcelona (2024). Y forma parte de las colecciones del MACBA, Es Baluard y FRAC Corse (Francia).
El proyecto Calzadas anfibias propone una investigación artística sobre la relación entre Ciudad de México y el agua, desde sus orígenes como isla en Tenochtitlán hasta su transformación en una de las urbes más sedientas del mundo. Partiendo de la idea de la ciudad como un organismo vivo, Lara Fluxá se aproxima a sus sistemas hidráulicos históricos —canales, calzadas, obras de drenaje y control del agua— y a su impacto material, cultural y social. La investigación combina el análisis de la cultura del agua en el mundo mexica y sus conocimientos sobre el dominio hidráulico con el estudio de las estructuras desarrolladas a lo largo de los siglos para contener, drenar y desecar los lagos, así como con el trabajo de campo en territorios como Xochimilco o Tláhuac donde aún persisten canales y chinampas, explorando la memoria, la identidad y la cosmovisión vinculadas al agua en los pueblos originarios. A partir de estas aproximaciones, la artista plantea la creación de esculturas e instalaciones inspiradas en procesos de decantación, bombeo, desecación y salinización, utilizando el vidrio como material central por su condición ambigua entre sólido y líquido. En suma, el proyecto propone un diálogo entre historia, ecología y materialidad, donde el agua aparece no solo como tema de estudio, sino también como agente vivo y político que atraviesa la memoria y el presente de la ciudad.