Elena Matamoro (Vigo, 1999) es una artista cuyo trabajo establece la relación entre el arte, el género y la naturaleza, con un enfoque en la creación sonora y la performance. A través de su práctica, investiga lo efímero, la materialidad y la escucha crítica, incorporando elementos del paisaje y del cuerpo. Matamoros (Vigo, 1999) vive y trabaja entre Vigo y Basilea. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Vigo (2015-2019) y completó un máster en Art, Gender and Nature en la Hochschule für Gestaltung und Kunst (HGK), Basilea, Suiza (2021-2023). Además, participó en un intercambio Erasmus en Lisboa (2017-2018) y un programa de intercambio en Utah, EE.UU. (2013-2014). En 2024, asistió a la LungA School en Seyđisfjörđur, Islandia. Entre sus exposiciones individuales más destacadas se encuentran ¿Las escuchas hablar? en Estudio Abierto, Vigo, España (2023), Reading Silence en Kunsthousebaseland, Basilea, Suiza (2023), La mirada que escucha en Casa Bulbo, Lima, Perú (2023), y Opus n6. En verde en Fleisch Gallery, Madrid, España (2023). En cuanto a exposiciones colectivas, ha participado en muestras como Walking Ritual en Seydisfjordur, Islandia (2024), Vibrations through listening en el BYOB Festival, Basilea, Suiza (2023), The dreams of milk en el Mini Pabellón de la Biennale di Venezia, Venecia, Italia (2022), y Almost on the verge of collapse en el ACT Performance Festival, Biel, Suiza (2022). También presentó su trabajo en el Arte es un conflicto en Carballo, Galicia (2022) y Cables Pentagrámicos en el Palacio de Cultura de Pontevedra (2021). Entre sus reconocimientos, destaca el premio Novos Valores (2019) y la beca de apoyo económico de la Fundación Sarasin (2021-2023).

Elena Matamoro propone la interacción entre el paisaje y el sonido, buscando dar una voz poética a los componentes de las ciudades y espacios naturales. Su proyecto parte de la reflexión sobre cómo los espacios humanos y naturales coexisten, y cómo este diálogo puede ser reinterpretado a través de la instalación, el sonido y la performance. Inspirada por Kandinsky, Matamoros trata los objetos inertes como seres vivos con un sonido interior, creando un lenguaje artístico que les otorga un valor sensorial. La propuesta conecta con el paisaje de Guadalajara, donde busca traducir la estructura de sus calles en una composición sonora y visual. La propuesta se inspirará en la observación del entorno y la reinterpretación de la cerámica tradicional de la región, creando una partitura tridimensional que permita «hacer sonar» la ciudad a través de formas escultóricas y sonoras.